domingo, 9 de julio de 2017

Aprendizaje basado en proyectos.


La enseñanza en las escuelas está empezando a cambiar su metodología.

El modelo tradicional de clases magistrales, donde el profesor o profesora explica en la pizarra y el alumnado, silenciosamente copia lo explicado en sus cuadernos, está siendo sustituido, por el aprendizaje basado en proyectos (ABP), donde el alumnado genera su propio conocimiento, afrontando retos sobre la información que ya maneja, pasando a ser una parte más activa en el proceso de aprendizaje, algo más que un mero receptor de información. 

Lo mismo se está planteando con los exámenes, donde los alumnos y alumnas regurgitan todo lo ingerido durante el año. Y no retienen casi nada.


Una pregunta que podríamos hacernos es: si no hay exámenes, ¿cómo se evaluarían los conocimientos adquiridos?
Pues bien, existen varios recursos como: presentar proyectos, trabajos, mapas conceptuales o también alguna prueba escrita. 




En mí opinión, creo que los exámenes no pueden desaparecer, al menos mientras que nuestro sistema educativo no cambie, ya que para acceder a estudios superiores o universitarios te obligan a examinarte al igual que para opositar, u obtener cualquier certificado, etc. Por tanto los exámenes deben hacerse, para que el alumnado tenga un ejemplo de a lo que se enfrentará en el futuro.  Pero en la etapa de Educación Primaria, podemos ser más flexibles, y en vez de realizar un examen por tema, pueden trabajar los contenidos por proyectos u otras estrategias de aprendizajes más motivadoras y efectivas, y realizar exámenes al final de cada trimestre, como prueba de que han alcanzado los objetivos.

A continuación  os mostraré algunos de los innumerables beneficios que se adquiere con éste método:

  • Aumenta la motivación. Los estudiantes se enorgullecen de lograr algo que tenga valor fuera del aula de clase.
  •  Desarrolla su autonomía. Ellos/as son los protagonistas del proceso: planifican el proyecto, distribuyen las tareas, ponen las ideas en común,
    toman sus propias decisiones y elaboran el producto. 
  • Fomenta su espíritu autocrítico. Alienta a los alumnos/as a evaluar su propio trabajo y a detectar fallos en el proceso de trabajo, con el objetivo de que aprendan de sus errores y mejoren los resultados en un futuro. 
  • Aumenta las habilidades sociales y de comunicación. Mediante el intercambio de ideas y la colaboración, el alumnado pone en común ideas, debaten y acuerdan decisiones.  
  • Promueve la creatividad. Deben poner en marcha todas las estrategias e ideas posibles para elaborar un producto que dé respuesta a la cuestión planteada. Así, pueden realizar vídeos, campañas, maquetas, folletos o cualquier otro elemento que apoye su respuesta. Cuanto más original sea el producto, mejor. 
  • Atiende a la diversidad. Estimula tanto a los estudiantes con problemas de aprendizaje como a los  más avanzados o superdotados. A los primeros, les ayuda a aprender mediante las ideas de sus compañeros, mientras que a los segundos, les abre todo un campo de posibilidades para desarrollar plenamente sus capacidades.

Aunque parece que existe un amplio consenso sobre la utilidad del aprendizaje basado en proyectos, aún es un tema que no se aplica en todas las escuelas. Pero al menos se está planteando y en un futuro se hará, debido a la gran diversidad en nuestras aulas.



















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